Te tragas el orgullo,
aunque al principio escuece
como el licor antiguo de los quince.
No es mucho más que un rito, ya lo sabes:
consiste en ir borrando
la rabia,
el estupor,
la raíz del combate.
Pasada cierta línea
te descubres tan dócil e indolente
como un perrito atado a una farola.
Creo que me va a gustar esta tercera fase :)
ResponderEliminar¡Qué buena pinta!
ResponderEliminarAcabo de darme cuenta: te gusta mucho la segunda persona. El tú. ¿Y eso?
ResponderEliminarDel vídeo ni hablo, ya ni ley de la gravedad ni nada.
Y el collar de ese tío es para ponerlo donde yo te diga.
Pero esta bien esa brisa que les airea las sayas.
Una amiga
y tantO, No VeAs CóMo Se L3s MarcA tODO
ResponderEliminary EsTe TÚ eS DeNuNcIA
ResponderEliminardE EsTo Va Esta FaSe
Ya Está Bien
gRanD3, CaRoBa
ResponderEliminarToma, denunciar a los demás es fácil, querido. Allá túuuuu
ResponderEliminarMe gustaría ser anónima alguna vez pero aquí no se puede, ¿A qué tienes miedo?
eS UnA SegunDa Persona qu3 eMpieZa PoR La MismísiMa PrimERa
ResponderEliminarVenGa, peRmiTiré aNónimos.
GRAND3
ResponderEliminarNo entiendo esta poesía.
Rosa
(soy amiga de un amigo tuyo, Antonio Teruel, pero a él lo entiendo mejor). Gracias
hola Rosa
ResponderEliminaryo tampoco entiendo ni papa, preguntemos a Amparo, si es posible
A mí me parece un poema magnífico, pero para entenderlo hay que tener cierta edad y cierto...
ResponderEliminarClArO
ResponderEliminarMe encanta...quizá de los que más. Mua!
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